Tendinopatías incluidas en las enfermedades profesionales

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La actividad profesional puede ser una de las responsables de los cambios existentes en tu salud, muchas veces llamadas enfermedades profesionales. Hay que cuidarse y buscar tener las condiciones necesarias para ejecutar tus tareas a diario de la manera más correcta.

Las enfermedades profesionales, donde se incluyen también las tendinopatías, son un tipo de patología cada vez más común a la hora de provocar molestias que pueden llegar a impedir el desarrollo de la actividad profesional diaria. Pasamos cada vez más horas sentados delante de ordenadores y muchas veces en posiciones que no son del todo correctas; otras veces en tareas repetitivas que pueden causar una lesión.

¿Qué es una tendinopatía?

En los últimos años el término tendinitis ha pasado a denominarse tendinopatía. La tendinitis es, en general, una inflamación en el tendón. Este proceso inflamatorio, tal y como comentamos antes, puede surgir debido a excesos de carga en el tendón, movimientos demasiado repetitivos o malas posiciones.

Tendinopatías en el ámbito laboral

Las tendinopatías en el ámbito laboral son un problema real que hay que poner de manifiesto. Según el estúdio: “Tendinopatías como enfermedades profesionales en el ámbito laboral“, las tendinopatías están incluidas en el listado de Enfermedades Profesionales (EEPP) y en España aglutinan más del 43,4%. Muchos de estos casos no son diagnosticados hasta que el dolor es insoportable y la tendinitis se vuelva crónica.

Las quejas no pueden ser ignoradas y hay que buscar un fisioterapeuta antes que la situación se vuelva grave e insoportable. Descubra los 5 motivos para acudir al fisioterapeuta.

Susana Martínez: un caso real de recuperación

Susana Martínez, tenía 40 años cuando empezó a trabajar como empleada de la limpieza. Limpiaba varios establecimientos y edificios públicos durante todo el día, trabajando cerca de 7 horas diarias sin parar y haciendo repetidamente los mismos movimientos con los brazos.

Empezó por sentir dolores muy fuertes en la espalda y en seguida el dolor aumentó afectando también a sus codos. “Pensé que era un dolor que pasaría con una crema y unas horitas de descanso, pero no fue así. Tenía dolores tan fuertes que a veces me costaba andar y hacer movimientos con mis brazos, me sentía casi incapaz de ir trabajar”, recuerda Susana.

En general, todos acudimos al médico o fisioterapeuta cuando ya no aguantamos más el dolor y no debería ser así. Con el pasar del tiempo, las tendinopatías van empeorando cada vez más y solamente pueden ser controladas por un especialista.

Tiempo de recuperación de una tendinopatía

El tiempo de recuperación de una tendinopatía depende de la gravedad de cada caso y de la condición física del paciente. Lo importante es ser evaluado lo más rápidamente posible por un profesional sanitario que sepa cómo mitigar el dolor.

“Cuando vi que ya no podía soportar más el dolor, cogí el coche y me fui directamente a la Clínica Richelli Osteopatía y Fisioterapia donde me dijeron que sufría de una tendinopatía en los dos codos, con un grado de gravedad más elevado en el codo izquierdo que en el derecho”, relata Susana.

La Clínica Richelli Osteopatía y Fisioterapia es uno de los primeros Centros Homologados EPTE® y, afirma también Susana, que la cuidaron como si fuera una reina. Después de una evaluación del estado de la tendinopatía de Susana, le fue aplicado un régimen de tratamiento compuesto por: masaje terapéutico, punción seca, Electrólisis Percutánea Terapéutica con EPTE® y, finalmente, ejercicios excéntricos.

Afectada por una tendinopatía de origen laboral, Susana Martínez realizó dos sesiones de electrólisis percutánea terapéutica con EPTE® en un codo y cuatro sesiones en el otro. Finalmente asegura que “lo más doloroso del tratamiento fueron los masajes terapéuticos. Al principio reconozco que la aguja de la EPTE® me asustó un poco, pero la única sensación que tuve al hacer el tratamiento con electrólisis percutánea fue de cosquilleo cuando me eran aplicadas las microcorrientes”.

Casi dos años después del tratamiento, Susana no sufre de ningún dolor o malestar y recomienda tanto la clínica como el tratamiento con electrólisis percutánea terapéutica EPTE® a todos aquellos que sufran del mismo problema.

Gracias por tu testimonio y por creer en nosotros, Susana.

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